viernes, 5 de febrero de 2010

Polaroid

Un flash bien apuntado congeló el momento en que él la besó. Podían verse en la fotografía temblorosos los labios, las manos llenas de ternura, las almas unidas en el gesto. Una obra de arte con un significado único, que luego de mirar durante largos minutos pudieron comprender y, antes de besarse de nuevo, destrozaron enérgicamente.
Sabían que sólo allí cabría intacto todo el amor que sentían, pero prefirieron pensar que era sólo el comienzo, a riesgo de equivocarse.