sábado, 29 de mayo de 2010

Nostalgia

Puedo sentir las nubes ennegrecidas, la quietud tensando el ambiente. El aire toma un denso aroma.
Resulta difícil creer el giro de la noche.
Al fin, un rayo explota en un estruendo mudo, desatando lo inevitable: la primer lágrima es la más difícil de soltar.