jueves, 30 de diciembre de 2010

Fuerte, valiente

No te alarmes
si me escuchas,
pero has de saber
que en ti espera
la plenitud de la belleza,
la cima de aquello
que llamamos amor.

De veras no quisiera
que te alarmes,
pero lo que digo es
que tienes en ti
la vida intacta,
que en ti descansa
toda esperanza.

Si te traicionas,
si te vuelves inmóvil,
si te escondes
o acaso te has ido,
si duermes tu sueño,
si rezas tus pasos,
si tan sólo no creyeras

olvidarán su nombre
las estrellas,
no volarán las golondrinas
hacia la primavera
y, sin quererlo,
habrás dado por perdido
aquello que no fue.

Mas no te alarmes...