Es tan triste la canción
que le regala el camino
que se ha vuelto peregrino
el otrora trovador.
jueves, 28 de julio de 2011
miércoles, 1 de junio de 2011
Día D
Si por amarte la razon estoy perdiendo,
si esta pasión me condujera hacia el delirio,
habría de cambiar el mundo entero
y convencerlo de que salte al precipicio
para que fueran todos los orates,
para que fueran todos los benditos
y en su afan de correr libres y tiernos
olviden los chalecos con precintos,
y entonces envolverte con mis brazos,
entonces caminar al infinito,
dibujar sobre tu cuerpo con mis manos,
sentir, vivir, gritar la dicha del idilio.
si esta pasión me condujera hacia el delirio,
habría de cambiar el mundo entero
y convencerlo de que salte al precipicio
para que fueran todos los orates,
para que fueran todos los benditos
y en su afan de correr libres y tiernos
olviden los chalecos con precintos,
y entonces envolverte con mis brazos,
entonces caminar al infinito,
dibujar sobre tu cuerpo con mis manos,
sentir, vivir, gritar la dicha del idilio.
jueves, 17 de febrero de 2011
Entropía
Imagine que usted tiene algo
y que disfruta
si es que algo se puede tener
y disfrutar
Imagine que tiene algo
pero que ya es otra cosa
y al siguiente instante algo distinto
y entonces cambia nuevamente
y luego vuelve a ser el mismo algo
Imagine que tiene algo
y todas las cosas
que ese algo que usted tiene puede ser
o volver a ser
aunque en verdad
usted no tiene nada
tampoco eso que usted confía que tiene
Imagine que ese algo
que usted tiene y no
es el tiempo
o el amor
o la vida
o quizá nada
o al menos algo
Imagine que imagina
y que disfruta
si es que algo se puede tener
y disfrutar
Imagine que tiene algo
pero que ya es otra cosa
y al siguiente instante algo distinto
y entonces cambia nuevamente
y luego vuelve a ser el mismo algo
Imagine que tiene algo
y todas las cosas
que ese algo que usted tiene puede ser
o volver a ser
aunque en verdad
usted no tiene nada
tampoco eso que usted confía que tiene
Imagine que ese algo
que usted tiene y no
es el tiempo
o el amor
o la vida
o quizá nada
o al menos algo
Imagine que imagina
jueves, 10 de febrero de 2011
Bandera blanca
Me dirás que el amor
no es
una batalla
y yo me empeñaré
por convencerte
y diré incluso
que el amor es
a veces
una guerra
una guerra simple
donde no hay vencedores
ni vencidos
y una guerra extraña
en la que ambos disparamos
por lo mismo.
Hecha la declaración
y el casco puesto
nos hicimos de táctica
y estrategia
para que ya nunca
nada quede quieto.
Mostramos nuestras mejores armas
ufanos de guardarnos
la carta para el triunfo
y evitar de este modo
y por si acaso
un Hiroshima.
Después de todo
habremos de morir
en muchas formas
pero tenemos nuestro
código de guerra:
tú no tocas
la cruz roja de mis miedos
y yo no cruzaré
de tu confianza la frontera
para que esta guerra
de amor
siga siendo siempre guerra
aunque lloremos divididos
pero juntos
los decesos
u obliguemos a volver a nuestras tropas
con bandera blanca en alto
y aún en el peor cruce de balas
dejemos el fusil
junto a la cama
y te invite a dormir en mi trinchera.
Guardemos la ración para el invierno
que no podremos darnos por vencidos
y olvidar por un segundo
así sea verdaderamente uno
que estamos combatiendo
por nosotros
equivale a firmar la rendición.
Sabes que esta guerra
no admite enemigos
y soltar la artillería pesada
de mis versos
o padecer que ejecutes con prestancia
asaltos furtivos a mi memoria
nos ordena al mismo bando
donde marchamos codo a codo
aunque marchar
parezca un poco algún paseo
y codo a codo
signifique en un abrazo.
no es
una batalla
y yo me empeñaré
por convencerte
y diré incluso
que el amor es
a veces
una guerra
una guerra simple
donde no hay vencedores
ni vencidos
y una guerra extraña
en la que ambos disparamos
por lo mismo.
Hecha la declaración
y el casco puesto
nos hicimos de táctica
y estrategia
para que ya nunca
nada quede quieto.
Mostramos nuestras mejores armas
ufanos de guardarnos
la carta para el triunfo
y evitar de este modo
y por si acaso
un Hiroshima.
Después de todo
habremos de morir
en muchas formas
pero tenemos nuestro
código de guerra:
tú no tocas
la cruz roja de mis miedos
y yo no cruzaré
de tu confianza la frontera
para que esta guerra
de amor
siga siendo siempre guerra
aunque lloremos divididos
pero juntos
los decesos
u obliguemos a volver a nuestras tropas
con bandera blanca en alto
y aún en el peor cruce de balas
dejemos el fusil
junto a la cama
y te invite a dormir en mi trinchera.
Guardemos la ración para el invierno
que no podremos darnos por vencidos
y olvidar por un segundo
así sea verdaderamente uno
que estamos combatiendo
por nosotros
equivale a firmar la rendición.
Sabes que esta guerra
no admite enemigos
y soltar la artillería pesada
de mis versos
o padecer que ejecutes con prestancia
asaltos furtivos a mi memoria
nos ordena al mismo bando
donde marchamos codo a codo
aunque marchar
parezca un poco algún paseo
y codo a codo
signifique en un abrazo.
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