Piedad pido para mis manos.
Sean muros si destruyen
y si hacen, venas,
no artilugios.
Piedad pido para mis labios.
Abrigo, ruego, sea su silencio
y no callado.
Piedad pido para mi paz.
No de encierro y sueño,
sólo ajena la pretendo.
Piedad pido para mi piedad.
Sea de tierra, no sombras
de azul lapidario,
y siempre impía.