Te inventaron deidades,
te signaron yugos,
te volvieron viento,
te nombraron marzo.
Por ti pelearon
y por ti volvieron.
Por ti crearon
y por ti creyeron.
Te alabo, mujer,
y por ti sueño.
Te sueño, mujer,
y por ti muero.
No diosa, no viento,
no presa ni flores:
sólo mujer,
así te anhelo.