A todos aquellos que la justicia olvida,
muertos y vivos,
porque jamás podrá borrarse su nombre.
muertos y vivos,
porque jamás podrá borrarse su nombre.
"¡Presente!" grita cada paso y moviliza,
y hay a cada día un nuevo rostro.
Y grita con voz de pueblo y de memoria,
de voluntad, de fortaleza,
de solidaridad y compañía.
Es amor y nobleza,
cada lucha, cada hermano,
cada mano que se extiende.
"¡Presente!" grita la muerte cada noche
y otro nombre escribe en los carteles.
Y grita con voz de guerra y de miedo,
de hambre, de violencia,
de catástrofes y enfermedades.
Es indiferencia y avaricia,
cada crimen, cada golpe,
cada mirada que cierra los ojos.
Podrá el viento llevarse las palabras,
pero jamás la voz.
Podrá el tiempo borrar el dolor,
pero jamás la sangre.
Podrán los verdugos quitar el cuerpo,
pero jamás la vida.
¡Se alce cada hueso y traiga
con su réquiem el recuerdo de los vivos!