domingo, 1 de noviembre de 2009

Chocolate

Rompiendo todos los pronósticos
no calificamos para cuento de hadas
y sin ser ni villano ni doncella
ni príncipe azul ni bruja del cuento
decidimos un día
llenar nuestros pulmones,
mirar la luz a los ojos,
y recorrimos el parque
sintiendo el roce del pasto en nuestros pies,
rodando por el suelo
y caminando de la mano
como infantes despreocupados
disfrutamos un helado
llevando a nuestros labios lo eterno
en donde nada importaba.
En una caricia resumimos el tiempo
de dejarnos llevar por los autos que pasaban
haciendo primavera del verano
y nuestra mirada sólo se volvió
para descubrir aquella estrella
que en su altura indiferente
nos señalaba el camino.
Así, sin aparecer
en la cartelera de la gran pantalla
nos vivimos distintos,
tenues espectros del deseo,
para descubrir un día
que la derrota tiene sabor a chocolate.