domingo, 31 de mayo de 2009

Tregua

Pretensiones de claveles
nunca podrán ser borradas
por la sangre en las espadas
que acorralan las paredes;

ni oro negro ni metales
(titánicos mausoleos)
empañarán los deseos,
sonrisas, manos o madres.

Por eso, este verso, recua
del dictado de los tiempos
que ha dejado sin aliento

a los pueblos, a los mundos,
obliga un cambio de rumbo
y esgrime, a los dioses, esta tregua.