viernes, 15 de enero de 2010

Porque es vida


Confieso que no he nacido para escritor:
es pues mi vocación
estar colgado de una nube.
Disfruto de inventarte en versos
y así vivir romances inasibles
capaces de derrocar lo etéreo.
Pensar de miel a nuestros labios,
y a nuestras almas, de niño,
y a nuestras manos, de barro.
Jugar a ser un sólo cuerpo
tan propio e infinito
como la oscuridad de lo celeste.
Mas no quiero, mi niña, decirte,
aunque lejos esté de la cordura,
que un romántico loco yo soy.
Quiero decir que la vida es vida
y porque es vida.
Que prefiero encandilarme con sonrisas
y confesar a las estrellas
y perseguir la cruz del sur.
Soltar a mis mejillas en el viento,
regalar a la atención y no prestarla
y esconder mi nariz entre las flores.
Saltar sobre los charcos en la lluvia,
cantar a vivas voces por la calle
y con un dedo hacer trampa a las agujas.
Que la vida es vida
y porque es vida...